Mis años de soledad

Publicado por Níquel , martes, 15 de junio de 2010 8:48


Me detuve en viernes,

ahora soy parte de los humanos

que envejecen atados a un árbol

bajo la lluvia y el sol.

Quiero que me encadenen

a un árbol de duraznos

y de cara al poniente,

para verle el rostro a Dios cada mañana.

No quiero hablar latín,

porque aún antes de entrar a la eternidad

hablé un lenguaje insondable para el oído humano,

una mezcla de persa, griego, tzotzil y neerlandés.

Yo también fundé Macondo,

nadie me recuerda en el viaje

pero a mi me picó una araña en la ciénega

y me la comí para seguir caminando.

Entré a la eternidad apenas el viernes,

en cuantito la pisé me di cuenta que es un reptil

con cara de mariposa,

un trozo de pan duro y mohoso

que nadie debería de comer.

Pero así son las cosas

los locos no elegimos cuando morir,

ni cuando hablar persa o celta

solo estamos postrados ante la eternidad

viéndole la cara a Dios cada mañana

mientras envejecemos rodeados de manzanas

en el patio de cualquier casa.


0 Response to "Mis años de soledad"

Publicar un comentario

¿... entonces?